En Vetonek.com, siempre estamos en la vanguardia de las innovaciones agrícolas que prometen no solo mejorar la eficiencia de las prácticas de cultivo, sino también su sostenibilidad. Una de estas innovaciones es el uso de la harina de basalto, un subproducto de la molienda de rocas volcánicas basálticas, que está ganando atención por sus beneficios en la agricultura. Más allá de su conocida riqueza en minerales esenciales, como el silicio, el magnesio, el calcio y el hierro, la harina de basalto destaca por sus propiedades paramagnéticas, las cuales ofrecen un potencial sin explotar para la mejora de la vitalidad del suelo y el estímulo del crecimiento de las plantas.
El Paramagnetismo y su Aplicación en la Agricultura
El paramagnetismo, un tipo de magnetismo que se manifiesta en presencia de un campo magnético externo, es una propiedad de ciertos materiales que les permite ser atraídos por campos magnéticos. Medido en unidades de microhms (µCGS) en la escala CGS (centímetros gramo segundo), el paramagnetismo de la harina de basalto, derivado de su origen volcánico y composición mineral, presenta una serie de ventajas para la agricultura:
Mejora de la Actividad Microbiana: La capacidad del basalto para influir en la actividad microbiana del suelo es notable. Al estimular los microorganismos beneficiosos, se facilita la descomposición de materia orgánica y se mejora la disponibilidad de nutrientes, creando un entorno más propicio para el crecimiento de las plantas.
Estimulación del Crecimiento de las Plantas: Se ha observado que los campos magnéticos generados por materiales paramagnéticos como la harina de basalto pueden promover un desarrollo más robusto y saludable en las plantas, gracias a una mejor absorción de nutrientes y una mayor actividad celular.
Electrocultura: La práctica de la electrocultura, que utiliza campos eléctricos y magnéticos para mejorar el crecimiento y la salud de las plantas, se beneficia significativamente del uso de la harina de basalto. Su paramagnetismo contribuye a crear un ambiente energético favorable para el desarrollo vegetal.
La Importancia de la Escala de Valores Paramagnéticos
La Escala de Valores Paramagnéticos según Phil Callahan
Escala General de Valores Paramagnéticos (Basada en Interpretaciones de los Principios de Callahan)
Bajo Paramagnetismo (<200 CGS): Materiales con valores por debajo de 200 en la escala de Centímetros-Gramo-Segundo (CGS, por sus siglas en inglés) se consideran de bajo paramagnetismo. Estos materiales tienen una capacidad limitada para mejorar la energía del suelo o influir positivamente en el crecimiento de las plantas.
Paramagnetismo Moderado (200 - 900 CGS): Los materiales en este rango ofrecen un potencial moderado para la mejora del suelo. Pueden ser útiles en ciertas condiciones, especialmente si se combinan con otras prácticas de manejo del suelo.
Alto Paramagnetismo (900 - 2000 CGS): Los materiales con valores en este rango son considerados altamente paramagnéticos y pueden tener un impacto significativo en la salud del suelo y el crecimiento de las plantas. Son ideales para la incorporación en programas de agricultura regenerativa.
Muy Alto Paramagnetismo (>2000 CGS): Valores por encima de 2000 CGS indican un paramagnetismo excepcionalmente alto. Materiales con estos valores, como ciertos tipos de basalto, son extremadamente beneficiosos para el suelo, promoviendo una estructura de suelo óptima, actividad microbiana y disponibilidad de nutrientes.
Ejemplos de Materiales y sus Valores Paramagnéticos Aproximados
Harina de Roca Basáltica: Puede variar ampliamente, pero algunos basaltos de alta calidad tienen valores tan altos como el mencionado 5290 CGS, lo que los hace excepcionalmente valiosos para la mejora del suelo. La harina de basalto, con valores que pueden superar los 5290 CGS, se posiciona como un recurso de valor incalculable para la mejora del suelo y la agricultura regenerativa.