Cantos rodados en cubiertas planas de edificios, ¿por qué se usa?

La cubierta de un edificio puede ser de varios tipos. Uno de ellos es el conocido como cubierta plana, que a su vez puede ser de dos tipos: transitable y no transitable. La primera es la que tiene una capa de protección que permite que una o varias personas puedan moverse, o como su propio nombre indica, transitar, por ella. La segunda también cuenta con protección. Solo que el tipo de protección que tiene no es apta para poder circular por ella. Las protecciones para cubiertas no transitables son diversas, y una de las más utilizadas es la capa de protección de grava, o cantos rodados. Descubre cuáles son sus características y por qué se utiliza. 

Cubiertas no transitables de cantos rodados

Cuando se dice que una cubierta no transitable cuenta con una capa de protección de grava o gravilla, lo que quiere decir en realidad es que esta grava está formada por cantos rodados. Este tipo de capa es una de las más utilizadas en cubiertas en las que no se va a permitir el tránsito, aunque sí tienen que permitir un cierto acceso para efectuar reparaciones. Por eso, entre otras cosas, se utiliza este material como cobertura en este tipo de cubiertas 

Pero las cubiertas de cantos rodados tienen una función muy concreta en este tipo de terminaciones de edificios: proteger las placas de aislante térmico que hay en las cubiertas. Si estas estuviesen al aire, correrían peligro de que el viento las succionase y levantase de su posición. Como consecuencia, el edificio perdería su aislante de la parte superior y los últimos pisos no contarían con protección frente al frío y al calor. E incluso podrían sufrir humedades. Eso sí, las cubiertas de grava no se pueden crear con cualquier tipo de canto rodado. Deben tener unas dimensiones y aspecto determinados, como veremos a continuación.

¿Cómo son los cantos rodados que se utilizan en las cubiertas planas?

Los cantos rodados que se colocan a modo de protección formando una capa sobre la cubierta no son muy grandes. Generalmente, su diámetro suele estar comprendido entre los 1,6 y los 3,2 milímetros. Eso sí, no son muy finos. Su grosor mínimo ha de ser de cinco centímetros

Estos cantos tampoco se pueden colocar en las cubiertas tal cual se recogen. Antes hay que tratarlos adecuadamente, aunque el tratamiento que hay que dar a los cantos que formarán la grava no es ni excesivo ni costoso. Basta con lavarlos a conciencia con agua. Eso sí, no sirve cualquier agua: debe estar completamente libre de sal. Además, al colocarlas hay que tomar precauciones para que no salgan plantas o hierbas entre las piedras. Para conseguirlo es necesario instalar una capa específica que evite el crecimiento de raíces y hierba entre los cantos rodados. 

En cuanto al color de la grava en este tipo de cubiertas, que a pesar de llamarse planas cuentan con una ligerísima pendiente (entre el 1% y el 5% de inclinación), Suelen ser redondeada, y en muchos casos tienen al menos un lado aplanado. En cuanto a su color, puede ser blanco, rojizo o amarillento. Son los cantos rodados que, entre otros productos, pueden conseguirse en canteras especializadas en la obtención de componentes para la protección de cubiertas planas, como Vetonek. Así que, si necesitas cubrir una cubierta con una capa de grava, no lo dudes y ¡ponte en contacto con ellos!

 

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